jueves, 23 de febrero de 2012

El tren de la historia

Muchos compañeros militantes plantean la necesidad de trabajar para que este modelo político iniciado en 2003, llegue a los sectores donde no llegó. Eso genera debates y discusiones que, muchas veces, no son desarrolladas correctamente y generalmente eso deriva en decisiones políticas incorrectas.

Cada militante de este modelo que inició NK en 2003, debería conocer fielmente las características de la organización a la que pertenece, las particularidades de los militantes que forman esa agrupación, delimitar políticamente los contornos prácticos de la misma y, a partir de allí, desarrollar una praxis política conducente, alineada con sus capacidades colectivas e individuales, funcional a los objetivos estratégicos de la organización y, sobre todo, que esté en línea con el modelo que conduce con maestría (es así. La capacidad en tanto ESTADISTA de CFK es un dato objetivo de la realidad) Cristina Fernández de Kirchner.

Claramente el sistema de transporte público, LOS TRENES esencialmente, son un reducto que estructuralmente permanece IGUAL que en los 90. Allí, todavía, NO LLEGÓ EL MODELO.

Las agrupaciones que poseen ciertas capacidad técnicas, y que están ligadas a las capas medias de la población (o que, potencialmente, podrían estarlo) tienen la OBLIGACIÓN de inmiscuirse en el debate que necesariamente tiene que instalarse acerca del transporte público: debemos capacitarnos y alentar esa discusión para que llegue a todos los sectores de la sociedad, para que llegue tamizado de lógicas políticas y comunicacionales alejadas de la politiquería prime time, alejado de la lógica demencial y carroñera del "periodismo independiente".

Nos debemos esa discusión: los argentinos que lamentablemente fallecieron ayer, son trabajadores (TRABAJADORES QUE, EN SU MAYORÍA, PASAN UN TERCIO DE SUS VIDAS EN UN TRANSPORTE PÚBLICO PAUPÉRRIMO, VIAJANDO COMO GANADO). A algunos actores políticos nos cabe la responsabilidad de ser caja de resonancia de este debate porque está en nuestra genética kirchnerista y peronista militar, sobre todo, mirando hacia los sectores más vulnerables.

DEBEMOS hacerlo para contribuir seriamente a la profundización del modelo político, social, cultural y económico del mejor gobierno de la historia argentina (junto al primer peronismo). Si no, vamos a ser parte de la literatura política, y el lugar que la historia nos reservará será el de meros groupies alentadores de politiquería de consignas.

No se trata, claro, de marcarle la cancha al Gobierno Nacional. Nada más alejado de la intención de estas líneas. Es más: muchas veces, este Gobierno estuvo por delante de algunas demandas (latentes, sí) que ningún sujeto político, social o cultural había canalizado correctamente.

Se trata, entonces, de estar a la altura del tiempo histórico que comenzó a marcar NK y que ahora profundiza CFK. Porque, se sabe, el Kirchnerismo es la única fuerza política de modificar en sentido popular esta situación. De los demás, sabemos que esperar: politiquería trending topic, pletórica  de oportunismo. 


lunes, 20 de febrero de 2012

Che, al final, los legisladores argentos ganan una miseria


Los legisladores de Brasil encabezan el ranking de los parlamentarios mejor pagos de América Latina, según un estudio difundido por el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) de México. 


El estudio del CIDE (www.cide.edu.mx), compara los salarios de legisladores nacionales de los diferentes países de la región, un ránking en el que los parlamentarios argentinos, con su reciente aumento de dietas, se encuentran en la región en un quinto puesto compartido con sus pares del Uruguay. 


El informe mexicano indica que Brasil cuenta con los parlamentarios mejores pagos de la región: cada legislador percibe 15.942 dólares mensuales. Detrás se ubican México, con una dieta de 12.310 dólares; Chile con 10.878 dólares, y Colombia con 10.240 dólares. 


Con los haberes que perciben actualmente, los legisladores argentinos quedaron en paridad con los uruguayos, que reciben una cifra cercana a los 7.500 dólares por mes; esto es, menos de la mitad de lo que gana por mes un parlamentario de Brasil. 


Más abajo en la escala salarial elaborada por el centro de investigación mexicano aparecen los legisladores de Perú con 5.491 dólares, Costa Rica con 4.955, y Venezuela con 3.964. 


El CIDE es un centro de investigación y educación superior que se especializa en ciencias sociales y se encuentra orientado por estándares internacionales de calidad y financiado con recursos públicos. 






sábado, 18 de febrero de 2012

Cemento y dictadura

Nota de Pablo Roesler publicada en Diagonales.com



Amalia Lacroze de Fortabat murió en el justo momento en que su nombre comenzaba a repetirse en el juicio por el secuestro y asesinato en dictadura de Carlos Alberto Moreno, un abogado laboralista representante de trabajadores de la cementera Loma Negra, empresa con la que la mujer amasó su fortuna. Dejó de existir también en el justo momento en que el máximo asesino del país, Jorge Rafael Videla, recordó el acompañamiento de los empresarios nacionales al proyecto político económico de los genocidas. Por eso con su muerte se instala la urgencia de avanzar en el análisis de las posibles complicidades civiles de la dictadura. Pero aunque quizá la muerte la haya dispensado de la instancia de la justicia, su rol durante los años de plomo será, de una u otra forma, develado por el proceso de Memoria, Verdad y Justicia. 


El abogado Moreno fue secuestrado en Olavarría el 29 de abril de 1977, fue torturado en un centro clandestino de detención de Tandil y asesinado al intentar huir de sus captores. Por ese homicidio el Tribunal Oral en lo Criminal de Mar del Plata está juzgando en esa ciudad serrana a tres militares y dos civiles. 


“Su labor en defensa de los trabajadores de la empresa Loma Negra, en ese momento propiedad de Amalia Lacroze de Fortabat, y con la anuencia y acompañamiento del coronel (Luis) Prémoli, es lo que lleva, definitivamente, al secuestro, tortura y asesinato de mi padre”, dijo en su declaración en el juicio Matías Moreno, el mayor de los hijos del abogado. 


La nota completa ACÁ 






viernes, 17 de febrero de 2012

De la politiquería prime time a la construcción de la patria: la disputa por el sentido de la política


Los medios dominantes vuelven a la carga para reavivar el fuego de un supuesto antagonismo que atravesó la sociedad argentina en las últimas décadas: la política y los políticos versus la sociedad

Lo hacen a través de la manipulación de hechos recientes: el debate acerca de la explotación minera es el ejemplo más claro, pero también pueden considerarse el reciente aumento de sueldo que se dieron los legisladores del parlamento nacional.

Lo curioso, en este caso, es que los medios dominantes (artífices, propaladores y uno de los principales beneficiarios de la caída del sistema de representación institucional) no están solos en esta cruzada: algunos sectores del gremialismo e incluso del arco político acompañan con particular fruición la avanzada sobre la política.

La estratagema que utilizan es opaca y lineal, pero no por eso pierde efectividad. La elipsis comienza por un hecho puntual que es tergiversado mediante artilugios semánticos para cargarlo de sentidos, aunque siempre en un pretendido formato aséptico, "objetivo", "INDEPENDIENTE"; el mecanismo se completa con lo no dicho, con el meta mensaje, que siempre estará prolijamente umbilicado al sistema de representaciones simbólicas que cimentaron la república burguesa parlamentarista -cuando fue necesario-que, desde 1976 sin interrupciones hasta el 25 de mayo de 2003, estableció con crudeza los límites para el arribo, desarrollo o expulsión de los actores y de las subjetividades que tensionan para mantener ese equilibrio.

Ese equilibrio, el que el bloque de clases dominantes bendijo, es aquel que concibe a los trabajadores como un elemento necesario; débilmente necesario para mantener la productividad de ciertos sectores (sobre todo el agroexportador). Pero bajo ningún punto de vista, los trabajadores pueden ser objeto de empoderamiento. Exactamente todo lo contrario. Por eso, las continuas políticas de debilitamiento de sus derechos y pauperización de condiciones laborales (prohibición de la actividad sindical, intervenciones, colonización; luego, flexibilización, entrega), sumado a la estigmatización de las expresiones de organización de los trabajadores que se realizó desde el dispositivo de medios dominantes.

Todo ello tenía por objetivo central evitar que los trabajadores y su organicidad conformen un polo de poder, un sujeto social y político capaz de confluir con las capas medias, por ejemplo. Los trabajadores debían ser parias, sujetos de derechos expoliados, átomos son filiación. Y cualquier expresión de organicidad, fue caracterizada como un contubernio de potenciales delincuentes. Eliminar todo esbozo de confluencia entre las demandas e ideas de los trabajadores y las capas medias. Lo lograron durante mucho tiempo.

En ese mismo equilibrio, la política y los políticos también fueron otro de los blancos. El objetivo de la última dictadura militar (1976-1983) fue claro: desterrar derechos constitucionales para barrer con toda actividad política porque en ese ámbito era donde se fortalecían lazos que fortalecían el poder popular. Arrasaron con todo eso, y el regreso de la democracia encontró una dirigencia pobre, diezmada, que sería fácilmente cooptada para actuar como gerente de intereses concentrados.

Por estos días, los escribas de los poderes opositores a la política buscan instalar otro sistema de representación o equilibrio: ecologistas (eufemismo, abstracción, construcción apurada) y medios independientes resistiendo ante un Estado predador (la política), desembozado en su búsqueda de alzarse con el botín (esa lógica destructiva es referenciada en los dirigentes del Kirchnerismo).

La batalla política que dio el bloque de clases dominantes entre 2009-2011 (luego de las elecciones legislativas), representada en los medios opositores a través de los cuales impulsaron, uno tras otros, a los supuestos patriotas que vendrían a salvarnos del designio totalitario de "los K", esa batalla la perdieron por goleada: 54%.

Entonces, cambiaron su estrategia: desistieron de intentar insuflar a alguno de los escuálidos "cuadros" de la oposición para encarnar en alguno de ellos su programa de gobierno (porque esa es otra de las características de la politiquería trending topic que impulsaron: una figura, una cara, un nombre es lo que buscaron, en detrimento de las identidades colectivas que pueden forjar los partidos, por ejemplo), para volver al viejo y eficaz estratagema de dar la batalla política en las márgenes de la política, si se quiere.

Es decir: encontrar un conflicto (supuestamente, megaminería vs. Gobierno Nacional; antes fue Campo vs. Kirchnerismo), crear un sujeto social que lo sostenga (ahora los ecologistas, en 2008 los campestres que eran un eufemismo para ocultar los intereses de las cámaras patronales de los agronegocios) y, por supuesto, un enemigo que, claro, es el enemigo de los derechos del Pueblo que, off course, son defendidos por el periodismo independiente. Ese enemigo está claro que siempre fue la política y los políticos, encarnados por Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner desde 2008.

Por estas horas, los medios dominantes arrecian con esta estrategia mientras una parte del arco político opositor actúa como caja de resonancia, en pleno desarrollo de politiquería prime time en las pantalla amiga de TN.

La megaminería, o el aumento de sueldos de los diputados son una excusa para los CEO’s de algún multimedio o para ciertos “políticos” (en realidad, y para dar una batalla completa por las subjetividades, deberíamos llamarlos burócratas en el sentido que los definió Eva Perón: un hombre dispuesto a servirse del puesto y no a ponerse a servicio de el).

Pero el tema del desarrollo minero y el de la distribución de la riqueza son tópicos muy ricos y acerca de los cuales todos los argentinos deberíamos comprometernos a dar debate profundo. Pero es necesario que ese debate se de por encima de las lógicas lineales y reduccionistas que sobre determinan el accionar de los medios dominantes (impulsados por intereses económicos y políticos, claro). La razón es sencilla y clara: si para algún poder concentrado enfrentado con el Gobierno Nacional, y para los politiqueros trending topic, estos temas son excusas, para diversos sectores de la sociedad civil, las organizaciones libres del Pueblo, para buena parte del arco político, para los trabajadores, para muchos industriales y empresarios, para los tipos y tipas de a pie, estos son temas medulares que merecen ser abordados desde la seriedad que implica la construcción de un país mas justo, inclusivo, de desarrollo sustentable.

Claro: no se trata de un cuentito para niños, tal como parecen presentar la historia, el presente y sus complejidades los medios opositores y sus satélites (burócratas e intelectuales con micrófono abierto). Se trata, siempre, del laberinto que significa la política: atender necesidades y demandas, darles un ordenamiento y un sentido. Lograr un equilibrio.

El reaseguro que poseemos los argentinos en este tiempo histórico es, precisamente, la política. Fue esa la herramienta que, desde el 25 de mayo de 2003, posibilitó la inclusión de millones de argentinos que habían sido expulsados a las márgenes de la dignidad: trabajadores, jubilados, jóvenes. Fue la política, la herramienta sobre la que se reconstituyó un Estado benefactor y sobre la que se asentó un Gobierno que, con la preeminencia de la política, subordinó la economía para ponerla al servició de intereses populares.

Al contrario de lo que profetizan los medios opositores, la política es parte de la solución. Los partidos de la oposición deberían poder hacer esta lectura; podrían ocuparse en “correr” a este Gobierno por derechas o por izquierdas, pero aferrados a la política, a las bases ideológicas y programáticas que fortalecieron partidos como la UCR o el socialismo. El Kirchnerismo es el ejemplo: se puede debatir y objetar matices, o la columna vertebral de las formas y fondos del Gobierno. Pero, finalmente, la historia tendrá reservado un lugar de privilegio para este proyecto porque, justamente, fue profundamente político. Y por añadidura, transformador, revulsivo, inclusivo, generador de oportunidades. Y si no les interesa la historia, y la oposición desea ser pragmática: el Kirchnerismo, con la política como ariete, acaba de ganar las elecciones presidenciales con el 54% de los votos de los argentinos. 

Un debate político de intensidad y densidad ayudaría a conformar un tablero completo: a la primacía política que hoy mantiene el Kirchnerismo, se le sumarían expresiones políticas reales que sean a la vez que contrapeso, el complemento necesario que prevé la democracia y que necesita un sistema político superador. Ese ejercicio sería revitalizante para el gobierno central, que mostró su mejor versión cuando fue exigido por las condiciones coyunturales (crisis internacional 2009-10, derrota legislativa 09). Siempre, cuando lo “tirotearon” con consignas y operetas, cuando desde los medios se construyeron escenarios desfavorables, el Gobierno fugó hacia adelante con medidas de corte progresista, inclusivas, reparadores, populares: reestatización de jubilaciones, Asignación Universal por hijo, Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, por ejemplo.

Cuánto mejor sería un mosaico similar, pero en el que en vez de “tirotear” al Kirchnerismo desde la vacuidad de la politiquería prime time, los partidos opositores condicionen al gobierno desde la densidad constitutiva de la política, desde la complejidad de su contenido ideológica, desde la fuerza de la ideas que son el núcleo de su historia y desde la potencia que implica una visión de país.

Solamente de esa manera, y no de otra, se convertirán en opciones verdaderamente potables a la hora de la elección. De esa manera, asimismo, exigirán la mejora cualitativa del Kirchnerismo.

De esa manera, entonces, la política con mayúsculas comenzará a imponerse a las lógicas predadoras y auto referenciales no sólo del poder bélico comunicacional, sino de sus verdaderos jinetes que son el bloque de clases dominantes. Ese debe ser el reaseguro de los ciudadanos y de la clase política: la búsqueda del equilibrio (las prerrogativas de las clases dominantes balanceadas con los intereses populares; que el rumbo de la patria no sea solamente marcado por las lógicas del capital desembozado) sea tamizado por la política. Hasta acá, el Kirchnerismo hizo enormes esfuerzos para ser un contrapoder eficiente, que aporte un salto cualitativo. Pero es necesario, a esta altura, el aporte de todo el arco político. Esa es la única forma de fortalecerse y, si se quiere, un reaseguro: aislar las lógicas demenciales de poder fáctico porque, al fin, siempre estará dispuestos a servirse de tu cabeza, amigo dirigente.
 





lunes, 13 de febrero de 2012

JAZMINES EN EL BARRO: UNA CONCEPCIÓN DE LA COMUNICACIÓN

¿Qué es lo que discutíamos cuando abordamos el tratamiento que los medios brindaron sobre la muerte de Jazmín de Grazia (y ese hecho es un ejemplo, no empieza ni termina la discusión en ese caso puntual)?

- ¿La deontología profesional?
- ¿El morbo como tendencia movilizadora que determina nuestra conciencia social y/o humana?
- ¿La "cantidad" de ética y moral (o la falta de ellas) que poseen los directores de medios, periodistas y argentinos en general?

En realidad, la discusión principal era (es) acerca de la concepción de los medios de comunicación.

Es decir: la defensa de la postura que defiende, por ejemplo, la publicación de las fotos de Jazmín muerta en la bañera, tiene como único respaldo la naturaleza meramente comercial de los medios. La ecuación que fundamenta ese accionar es simple: si vende, si genera audiencia cautiva, si se puede hacer encajar el morbo dentro de alguna estructura periodística, pues entonces es válido. Porque, de esa manera (brutal pero efectiva, dirán) se puede cumplir el objetivo medular del medio de comunicación: ganar dinero, vender diarios, liderar el rating.

Esa es la posición conceptual e instrumental que, de alguna manera, guía a los medios estructurados en torno de lógicas meramente comerciales y, especialmente, a los que detentan posiciones dominantes. Mejor: las herramientas o los elementos noticiosos pueden variar (morbo, extorsión, presión, tergiversación de la realidad para acomodarla a intereses particulares etc). Pero siempre, la razón de ser es la primacía económica.


Esa naturaleza, ese fundamento esencialmente empresario que sobre-determina la práctica comunicacional, ¿es prohibitiva para desarrollar una comunicación ligada a otros valores? No necesariamente, pero la evidencia que arroja treinta años de desarrollo comunicacional en esos términos en la Argentina, actúa como sentencia: el criminal eufemismo “la crisis causó dos nuevos muertos”, entre una multitud de ejemplos similares, pone límites que encierran la comunicación en un campo vaciado, estructurado en un verticalismo no representativo, dirigido por una unidireccionalidad antipopular, y sostenido conceptualmente sobre una esencia alejada del pluralismo.

Entonces: las fotos de Jazmín y el eufemismo de Clarín son expresiones distintas de una misma lógica (al margen de las categorías que la "Academia" instrumenta para definir los estilos que definen a las empresas periodísticas).

El desarrollo de una nueva estructura comunicacional, sostenida en nuevos valores y paradigmas con anclaje en la sociedad, no va a impedir la existencia de despropósitos periodísticos, pero sí debe convertirse en el ariete de una batalla cultural vital en la que deberían involucrarse la mayoría de los argentinos posibles. Porque la comunicación es política, y por aquello que expuso Bertolt Bretch sin eufemismos: “(…) El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”.

Y habría que agregar: la ignorancia de aquellos que desprecian la política es una forma de fortalecer los monopolios comunicacionales que expoliaron nuestras culturas hasta reducirlas a la imagen y al relato que, desde sus particularísimos intereses, proyectan como forma de dominación sobre todo el pueblo.









jueves, 9 de febrero de 2012

"La Argentina es nuestro jardín y todo lo que brote allí va a ser producto de nuestro empeño"




Cuánta luz loco! A cada minuto, ante cada testimonio y ni hablar al escuchar algunos de esos poemas, la dimensión de El Flaco se agiganta. Es muy groso lo que transmite, inclusive para lo que nunca llegamos a captar en su real dimensión todo que transmitía. Pero claro, siempre voy a tener a mano un cacho de luz hecho canción para entenderlo


miércoles, 8 de febrero de 2012

EL EQUILIBRIO: MARCAR EL PULSO DE LA HISTORIA


Todo, absolutamente todo lo que conformó y rodeó el acto institucional en el que Cristina anunció que la Argentina llevará un planteo a la ONU por la militarización del Atlántico Sur, es una muestra más del equilibrio por sobre el que conduce la presidente de los 40 millones de argentinos (ACÁ Y ACÁ): desde la puesta en escena, pasando por los invitados y, esencialmente, el contenido y las formas de la exposición.

1.
La definición conceptual y la contextualización histórica del proyecto político iniciado el 25 de mayo de 2003.
La revisión de la historia: el colonialismo, la ocupación de Malvinas, la aventura militar de los genocidas argentinos.
La ratificación y exaltación del camino diplomático.
La argumentación, clara y expeditiva, de la militarización del Atlántico sur.
La reconstrucción del actual escenario político regional: "Malvinas es una causa global", en relación al compacto acompañamiento del bloque de naciones latinoamericanas.

2.
El salón de Patriotas Latinoamericanos.
El gabinete del Gobierno central en pleno.
Legisladores propios y buena parte de la oposición en primera fila.
El mundo del trabaja representado, entre otros, por el secretario general de la CGT.
Representantes de Movimientos sociales y de DD.HH.
Embajadores.
El capital representado en importantes actores del empresariado.
Representantes de las FF.AA.
Ex combatientes.

Afuera de todo, algunos dirigentes menores que mantienen las mismas posturas cerriles por las que fueron expulsados, mediante el voto popular, a las márgenes del sistema político (por eso, por ejemplo, el simplón "experto en globalización" Fernando Iglesias -ex diputado por la CC- tuiteaba consignas casi esotéricas).

CFK y su gobierno siguen marcando el pulso de la historia.

viernes, 3 de febrero de 2012

EL EQULIBRIO POR SOBRE EL QUE CONDUCE CFK: DE MAJULES, MOYANOS, PERIODISMO Y POLÍTICA


Para La Otra Cara del Patacón y Diagonales.com
http://diagonales.infonews.com/nota-171014-De-Majules-Moyanos-Periodismo-y-Politica.html


"Todo comenzó hace 25 años, en 1987, cuando Néstor Kirchner fue elegido intendente de Río Gallegos por una diferencia de apenas 110 votos. Desde ese momento, ambos pasaron a formar parte del establishment político, y siempre se las ingeniaron para no volver al llano (entiéndase desde tomar un avión de línea hasta ir de vacaciones a los lugares más concurridos o hacer cola para cargar combustible)".

En esa revelación de Luis Majul en La Nación de ayer, en esa concepción del poder, en esas líneas que vomitan un simplismo que si no fuera siniestro sería muy pelotudo, en esas líneas queda reflejado de manera taxativa la concepción de la política y la grieta por donde pretende horadar (el dispositivo hegemónico de medios) la gestión de la Cristina Fernández de Kirchner, y también por donde atacarán la historia reciente.

Sigue sin aparecer nada enfrente del Kirchnerismo (o, al menos, algo que revista un matiz novedoso): el dispositivo hegemónico sigue siendo el ghost writer (no tan ghost) del arco político opositor; la estrategia y los fundamentos de los medios siguen siendo muy endebles, pues no hay debate posible sin densidad política, por lo que la gestión del Gobierno Nacional  termina arrollando todos y cada uno de los puntos de esos medios (representantes públicos de ciertos poderes reales).

Es decir: el destinatario de esa construcción de sentidos es un campo restringido que, ciertamente, es enorme como sujeto social hacedor de best seller de verano, pero como contrapartida es escaso, insuficiente e inconducente como proveedor de un discurso político con el que se pretende enfrentar al Gobierno Nacional.

Ahora, la táctica que parecen utilizar los medios opositores (y que es la letra que siguen como un dogma los representantes políticos de ese y otros poderes concentrados) es la de repiquetear con fruición en la contradicciones internas constitutivas del peronismo... pero: ¿el equilibrio por sobre el que busca instalarse CFK responde a una concepción clásica del equilibrio bonapartista que el primer peronismo logró sostener? O mejor: el choque de intereses que vació al peronismo desde adentro y lo hizo mutar en una maquinaria burocrática de derecha ganadora de elecciones entre 1958 y 2003 (salvo en la etapa camporista y en el regreso de Perón) ¿es probable que se repita en este momento histórico?

¿Cuáles son los caminos retóricos por los cuales discurre la opaca estratagema opositora? Resaltar el distanciamiento entre Moyano y los interlocutores del Gobierno Nacional; vaticinar, en el mismo tono que auguraron los desastres económicos y sociales  que nunca llegaron, nuevos cataclismos macroeconómicos: ajuste, crisis con el socio estratégico Brasil, además de instalar un supuesto clima belicista con Gran Bretaña, y llevar a las primeras planas las diferencias conceptuales y de praxis entre el gobernador Daniel Scioli y el vicegobernador Gabriel Mariotto. Y, por supuesto, la supuesta y velada intención oficial de instalar el chavismo al palo, subido a la consigna "Cristina eterna" (dixit Clarín).

Ese cóctel está licuado en el petardismo "trosko-derechoso" de Jorge Lanata (para entender la paradoja "trosko-derechoso, ver acá: http://bit.ly/zbOVV4 ), el boludismo de Majul, el tecnicismo republicano de Mariano Grondona, el desencanto anti-democrático de Joaquín Morales Solá, el academicismo crispado de Betty Sarlo, la inmoralidad de Fontevecchia... reitero: muy poco, cualitativamente, para enfrentar a un gobierno de la dimensión del Kirchnerista.

Al margen del discurso de los medios concentrados, se ubica la realpolitik. Allí se comprueba que: el rumbo macroeconómico marcha robusto y firme (ayer la Presidenta dio a conocer el número record de la recaudación en enero), no sin modificaciones en el uso de nuevas herramientas y medidas ("sintonía fina); el predomino político del Kirchnerismo es democráticamente absoluto pues comanda la gestión y maneja la agenda, el inicio del año parlamentario podría marcar la continuidad de esa superioridad en el ágora legislativa con iniciativas de genética K; y los chispazos Scioli-Mariotto son la lógica expresión de miradas que suelen presentar matices en puntos críticos de la gestión. Nada que escape a lo previsible: cuando Scioli anunció la candidatura del ex presidente del AFSCA, nadie podía prever un rol parsimonioso y de continuo beneplácito por parte del actual vicegobernador.

Lo más sustancioso, desde el punto de vista coyuntural e histórico, es la dinámica entre una parte de la CGT y el gobierno central. Desde un tiempito antes de la desaparición física de Néstor Kirchner comenzó a existir cierta tensión. Esa situación se hizo más densa con el fallecimiento del ex Presidente (con el que Hugo Moyano tenía cierto diálogo) y se profundizó en el proceso electoral. La razón, eran las razones políticas de Moyano y del universo sobre el que ejerce conducción. Es decir, una parte de la CGT. Legítimas aspiraciones: el líder camionero pretendía (pretende) lugares de poder para convertir en política su primacía sindical. Nada fuera de lo común.

Luego de las elecciones, con la contundencia del resultado de éstas y con los gestos políticos de la Presidenta (la conducción soy yo y los límites políticos no serán, precisamente, imposiciones de ningún sector), Moyano vio como progresivamente iba retrocediendo. Entonces, batió el peronómetro y comenzó con la retórica ígnea (desde el acto de camioneros en cancha de Huracán) multiplicada por sus espadas (Plaini, Viviani, Piumato).

Cuando Moyano bate el parche del peronómetro para justificar sus necesidades políticas, la historia parece caérsele encima. ¿Cuando la CGT o el MO condicionaron o participaron de la conducción y el rumbo del Justicialismo en el primer peronismo? Jamás. Basta con remarcar como Perón disolvió el partido laborista luego de las elecciones del 45, como condicionó y fogoneó a los secretarios generales de la CGT. "Del trabajo a casa y de casa al trabajo". ¿Se acuerdan? Para Perón, la CGT y los trabajadores eran su sujeto social, los beneficiarios de la mayor transferencia de recursos hacia los sectores vulnerables más grande la historia, los incluidos en la república del parlamentarismo burgués, quienes vinieron a la historia como ciudadanos plausibles de derecho. Los trabajadores eran una de las patas del equilibrio bonapartista sobre el que se sostenía su poder. Pero debían ser peronistas, no un movimiento laborista que le disputara la jefatura. Perón era su propia izquierda y su propia delimitación ideológica.

Por eso, cuando Moyano pretende hacer política su primacía sindical, debería saber como peronista que, ante una conducción solo equiparable a la de Perón, encontrará límites taxativos más temprano que tarde. Entonces, equivoca el camino cuando se encierra en prerrogativas sectoriales.

Y los medios hegemónicos se equivocan cuando creen ver allí una disputa para exaltar, porque luego del 23 de octubre, luego del 54% y de los más de 11,5 millones de votos comenzó una nueva etapa política en la Argentina. En este nuevo tiempo, no hay punto de disputa entre Moyano y la Presidenta. No puede existir un duelo político entre estos dos porque no son pares. Cristina no representa, como sí lo hace el camionero, a ninguna fracción. No es la jefa de ningún grupo: es la Presidenta de 40 millones de argentinos, como suele repetir CFK.

Ayer cuando la primera mandataria anunció el aumento de las jubilaciones citó su discurso de asunción de 2007: "(...) yo no venía para ser una presidenta que me convirtiera en gendarme de las utilidades de las empresas ni tampoco a formar parte de ninguna interna de poder sindical o gremial".

Ese es el nuevo equilibrio por sobre Cristina surfea y donde la ubicó la legitimidad abrumadora de los últimos comicios, y también donde la sostiene la supremacía política de su gestión. Se abrió el 23 de octubre pasado un nuevo tiempo histórico donde la Presidenta es la garante del crecimiento, la inclusión y el equilibrio que permitió crecer a tasas chinas en los últimos ocho años y medio, en los cuales se sortearon crisis políticas, económicas y financieras. Entonces, Moyano deberá saldar sus desafíos sindicales con sus pares a mediados de año y encontrar las formas adecuadas para canalizar sus reclamos sectoriales, si es que todavía quiere cabalgar acompañando a este proyecto político.

Y, en todo caso, Moyano tiene a mano otro camino si lo que desea es saltar hacia la disputa política, para discutir el rumbo del gobierno. Ayer CFK entregó una pista: "Y los que piensen diferente, que tienen todo el derecho a hacerlo, los que crean que se deben hacer cosas diferentes desde la Presidencia, lo que tienen que hacer es participar en un partido político, postularse a presidente y si te votan hacés lo que a vos te parece en materia salarial, en materia de impuestos y demás".