domingo, 20 de octubre de 2013

El Tatu-Arte tuvo una noche histórica en La Plata

La inédita clínica sobre la historia del desarrollo cultural del tatuaje tuvo su fiesta en la casa de la Juventud Platense para la Victoria. El enfoque de esta práctica desde una visión artística, que pone al tatuado como sujeto central de la experiencia, cautivó al público. La jornada marcó el comienzo de un ciclo que busca desplegar un nuevo paradigma en torno al tatuaje.

Las 120 invitaciones que se habían puesto a disposición volaron en un par de días; ante un auditorio expectante y efusivo, Emi Puertas (el artista especialista en tatuaje japonés que dictó la clínica) abrió la noche advirtiendo: “no venimos a enseñarles a tatuar; la intención es que reflexionemos y analicemos en profundidad nuestro arte; que sepamos de dónde viene, como se cultivó a lo largo del tiempo y que, a la hora de tatuar, respetemos todo ese bagaje con un objetivo: lograr piezas trascendentes que respeten y expresen al tatuado”.

La definición de Puertas es el concepto que articula este movimiento artístico y cultural que apunta a visibilizar y desarrollar una práctica del tatuaje menos ligada a lo estrictamente comercial, y más cerca de las nociones que dotaron de volumen socio-cultural al tatuaje.

“Emi representa el Tatu-Arte, que implica poner al tatuado como sujeto central de un hecho trascendental: imprimir en la piel, para siempre, una huella de vida que expresa la esencia de ese sujeto”, explicaron desde La Otra Cara del Patacón la productora platense a cargo del evento.

Antes de ese inicio, el público hizo un recorrido por la obra de Puertas exhibida en todos los espacios de la casa: más de 20 piezas únicas que reflejan la mitología oriental.

La clínica, una exposición con espacios para la intervención del público, se dividió en dos partes: un segmento teórico-conceptual sobre la influencia y desarrollo del tatuaje en la cultura y el arte; y un tramo práctico, una especie de cátedra abierta en la que Puertas trazó algunos de los lineamientos básicos para dibujar algunas de las figuras centrales del arte oriental.

El programa teórico fue el siguiente: Orígenes de la práctica del Tatuaje MOMIAS (OTZI y AMUNET). El tatuaje como práctica terapéutica. Expansión de la práctica cultural del tatuaje (oriente y occidente). El tatuaje Maorí. El tatuaje angloamericano (Saylor Jerry). Las primeras máquinas de tatuar. Iron Family y el multiculturalismo del tatuaje. El tatuaje japonés (Horiyoshi III). Teoría del trabajo de Emi Puertas.

Para los integrantes de La Otra Cara del Patacón, la productora que concibió y puso en escena la jornada, este fue “el comienzo de lo que aspiramos se convierta en un espacio de intercambio artístico y cultural convocante, que reúna a los artistas y al público interesados en el desarrollo del tatuaje”. “Cerca de fin de año, vamos a hacer una nueva edición de la clínica, más grande, porque hubo mucha gente que quedó afuera de esta”, anunciaron.

“Como productora buscamos visibilizar el trabajo de Emi Puertas. Su cosmovisión del tatuaje marca un paradigma que no encaja en el Tattoo Show, que sería una especie de fordismo del tatuaje: producir en formato industrial soslayando al tatuado, reduciendo la experiencia del tatuaje a un mero intercambio comercial”, aseguraron desde LOCP.

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