Todo, absolutamente todo lo que conformó y rodeó el acto
institucional en el que Cristina anunció que la Argentina llevará un planteo a
la ONU por la militarización del Atlántico Sur, es una muestra más del
equilibrio por sobre el que conduce la presidente de los 40 millones de
argentinos (ACÁ Y ACÁ): desde la puesta en
escena, pasando por los invitados y, esencialmente, el contenido y las formas
de la exposición.
1.
La definición conceptual y la contextualización histórica
del proyecto político iniciado el 25 de mayo de 2003.
La revisión de la historia: el colonialismo, la ocupación de
Malvinas, la aventura militar de los genocidas argentinos.
La ratificación y exaltación del camino diplomático.
La argumentación, clara y expeditiva, de la militarización
del Atlántico sur.
La reconstrucción del actual escenario político regional:
"Malvinas es una causa global", en relación al compacto
acompañamiento del bloque de naciones latinoamericanas.
2.
El salón de Patriotas Latinoamericanos.
El gabinete del Gobierno central en pleno.
Legisladores propios y buena parte de la oposición en
primera fila.
El mundo del trabaja representado, entre otros, por el
secretario general de la CGT.
Representantes de Movimientos sociales y de DD.HH.
Embajadores.
Representantes de Movimientos sociales y de DD.HH.
Embajadores.
El capital representado en importantes actores del
empresariado.
Representantes de las FF.AA.
Ex combatientes.
Afuera de todo, algunos dirigentes menores que mantienen las
mismas posturas cerriles por las que fueron expulsados, mediante el voto popular,
a las márgenes del sistema político (por eso, por ejemplo, el simplón
"experto en globalización" Fernando Iglesias -ex diputado por la CC-
tuiteaba consignas casi esotéricas).
CFK y su gobierno siguen marcando el pulso de la historia.
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