sábado, 7 de enero de 2012

ALTA

"Porque llevo las banderas, las de Néstor y Cristina, como dijo Maradona que la chupen los gorilas; con los pibes que bancamos a Cristina, por la Patria venimos a militar; soldado soy, del General y este proyecto vamo' a bancar..."

Alfredo Scoccimarro, vocero presidencial, acaba de dar el parte médico que ofrece el alta a la Presidenta y que confirma, al mismo tiempo, que el equipo médico no encontró celulas cancerígenas.

Abajo de esa especie de escenario armado para comunicar con eficiencia y exactitud los partes, hay cientos de jóvenes, representantes de diversas agrupaciones: La Cámpora, la JP, Movimiento Evita, Descamisados, Kolina y las firmas siguen.

Estallan, entonces, los militantes después de las buenas noticias. Como salieris de la banda platense Estelares, porque el tempo y la melodía es de la canción Ella Dijo, pero con la letra de este tiempo histórico y con el sentimiento y la identidad del campo nacional-popular.

Allí se condensa mucho de lo que los medios hegemónicos y los poderes reales no entienden y no tienen idea de cómo combatir: mientras esos cientos de militantes cantan pletóricos de alegría en la puerta de la clínica, cientos de miles a lo largo y ancho del país, mirando esas imágenes por TV, cantan en sus casas con los dedos en V, con esa sensación en el estómago que es mezcla de emoción, orgullo, satisfacción y sentido de pertenencia.

A pesar de la heterogeneidad, todos esos jóvenes tienen la certeza fulminante de pertenecer a un proyecto que los interpela, conducido por un cuadro político excepcional que los sintetiza.

Y lo peor, para aquellos que pretenden vender a esos jóvenes como meros militantes rentados ávidos de espacios de poder para calzarse el traje y la blackberry: además de convicción, el común denominador de esos cientos de miles de jóvenes de toda el país es la formación política, técnica, militante y en la gestión. Ese es el principal legado histórico que el Kirchnerismo ofrece a la Patria.

¿Pensarán, los opositores cerriles del campo político, comunicacional, intelectual, empresario etc, seguir dando lo batalla cultural desde esos escudos medievales que son los eufemismos "periodismo independiente" (que en realidad es "brazo comunicacional de los poderes reales"), "mercados" (statu quo conservador), "seguridad jurírica" (entramado de negociados propios), "libertad de expresión" (Clarin y sus 250 medios), "República" (la política como gerente de intereses sectoriales, "el campo" (cámara patronales de los agronegocios u oligarquía diversificada). Y "Poder", claro: el poder, para "ellos", siempre es malo y es representado por el Gobierno o el Estado. Nunca jamás el "Poder" será la concentración feudal de la tierra, o la estructura judicial y el paradigma financiero diseñado por la dictadura y controlado de manera dinástica por un puñado de tipos, la monopolización de las 3 o 4 variables institucionales básicas entre ellos los partidos políticos que supieron poner de rodillas a sus servicios, con la inestible colaboración de los propios dirigentes, por supuesto.

Los paradigmas cambian. O, mejor dicho, son transformados en momentos históricos donde las sociedades son guiadas por personas excepcionales. 

El 54% de octubre es una señal de la conciencia histórica de los argentinos. 

Y Cristina es una de esas personas excepcionales. Y está de alta. Para conducir lo que viene.

Salud!


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente nota. Es interesante como el cambio cultural esta representado no ya por un 54% que voto a la Presi sino en realidad un 70% de argentinos que optaron por un discurso positivo.

Anónimo dijo...

como dice la diputada StolBizer ,qué poco serio es decir que tenía cáncer y no tenerlo..QUÉ ASCO!!!