Supongo, pletórico de posmodernidad, que la heterogeneidad para adentro nos fortalece. A pesar de la dificultad extrema de conciliar: debatir, pelear, gritar, putear y pensar para consensuar al fin (lejos del Totem y del Tabú). El ¿Qué son? nos interpela y nos ayuda a crecer mientras nos construímos, mientras se construyen, también, las estrucutras que nos contienen. En tanto, a veces nos topamos con muestras de una identidad que debemos saber interpretar.
NOSOTROS
A la memoria de Juan Ramón Cascallares
Por M. Molina
Nosotros que tuvimos desde siempre
la costumbre generosa de la Patria…
Nosotros que venimos del comienzo
milenario de la tierra imaginaria,
que encendimos los fuegos en sus bosques
y lavamos nuestras penas con sus aguas,
que cantamos las razones de los hombres
abrazados a los sueños sin distancia,
que vinimos creciendo paso a paso
apurando la pureza de la raza,
que sentimos crecer las ilusiones
y las atamos de chuza a las tacuaras,
que vivimos hecho horquetas en los fletes
que servían de tablado a nuestras ansias,
y sonriendo entropillamos enemigos
pa'cargarlos hasta el fin ¡lonja y rodaja!
Los que todo resolvimos simplemente
escribiendo con la punta de las lanzas
en los campos grandiosos y sin dueños
las canciones de la tierra sublevada.
Pa'los que era un galope sable en mano
la más alta y jubilosa de las chanzas
y filudo el patriotismo era sonoro
con los gritos de ¡a degüello! y ¡a la carga!
En fin, Nosotros que todo lo perdimos
menos la promesa de la Patria liberada
y que de una u otra forma aparecimos
ya sin fletes, ya sin ponchos ni ¡a la carga!
que trocamos bota e'potro en alpargata
y el sombrero se hizo en muchos boina blanca,
que parimos con las hijas de los gringos
a los hijos que flotaban en la nada
como peones, como obreros, como barro
en los años más oscuros de la infamia
y hundimos uno a uno los anhelos
en el vino, la ginebra o la puteada…
Que morimos por no hallarnos como hombres
en los tangos que Discepolín lloraba,
ya sin Chachos, sin Facundos, sin Varelas
y pensando que la vida era solo agua…
En fin, Nosotros, los que ante el grito ¡Compañeros!
renacimos de las luchas olvidadas,
recobramos la conciencia de lo nuestro,
ya justicia no era sólo una palabra…
Que marchamos en columnas por las calles
y le dimos color aquella plaza,
una ocasión en aluvión zoológico
un 17 de octubre y otras tantas.
Nosotros, que llevamos el cajón
y Nosotros que parados la mirábamos
que sentimos que todo se perdía
y la alzamos en bandera de esperanza
que rogamos por un arma solamente
y por Ella nuestra vida dábamos.
En fin, Nosotros, que esperamos tantos años
y florecimos en las nuevas tandas
en los hijos, de los hijos, de los hijos,
de los tiempo anterior y las patriadas
los que volvían por sus propios fueros
la vanguardia de las huestes olvidadas
los que hicimos la pata ancha, como buenos
y volcamos generosa nuestra savia
en razón de futuros entreveros
en los que ya nadie pensará en las lanzas.
En fin, Nosotros, que quedamos o nos fuimos
y que en canciones achicamos la distancia
En fin, Nosotros, los de ¡Patria o Muerte!¡Venceremos!
En fin, Nosotros, la más alta y más florida llamarada.
2 comentarios:
grande mi tio!
Gracias por recordarlo.
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