jueves, 2 de diciembre de 2010

NÉSTOR

Se conoció que, formalmente, Telefónica se alejó de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y así se sumó a Loma Negra, Petrobras, TBA, SanCor y Gas Natural Ban, que lo habían hecho antes.
Esto marca una ruptura fulminante en el seno de la AEA, grupo comandado por Clarín y Techint, empresas enfrentadas explícitamente con los intereses argentinos, ¿o no?

La cuestión es que este tipo de cosas (el alejamiento de Telefónica y otros, la ruptura de AEA) no hace más que engrandecer los cojones y la visión estratégica de Néstor Kirchner para consolidar un proyecto-modelo de país hegemónico para el desarrollo nacional.
La cosa es que el loco este vino con un objetivo bien claro (objetivo que, por suerte, incluye a las mayorías hasta el 25 de mayo de 2003 excluídas y que, además, también pretende contener a las minorías que inclusive repelen el modelo), con la decisión y la voluntad de utilizar las herramientas necesarias para conseguirlo: NK sabía que la cristalización de esa entelequia sublime que es la "burguesia nacional" (es posible la burguesía nacional a estas alturas del mundo supra-posmoderno????) era imposible en el mediano plazo, entonces fue, gradualmente, hasta el epicentro del núcleo duro de (algunos) de los intereses empresariales más concentrados y lo acompañó de un descerrajamiento guerrero de varios de los más rancios paradigmas de la economía neoliberal, del capitalismo financiero-especulativo.

El chavón sabía de la magnitud de la guerra que tenía por delante y le puso el cuerpo y, esencialmente, una visión estratégica de Mariscal, totalizadora. Totalizante. Había que generar rupturas internas, desacoplar intereses que, hasta allí, eran inmanentes a un proyecto que estaba en las antípodas de este. Conseguir aliados indisolubles (uno siempre confía en uno mismo) en las placas tectónicas de la economía argenta y trans-argenta. El poder, tal cual nos enseño NK: el poder del manejo de la guita. Siempre fue así, en realidad. El tema era que la guita y el poder y las relaciones (Wikileaks, ¿NO?) y el sentido de la economía y la subordinación de la política eran propiedad exclusiva de, ponele, Clarín y Techint.

Ahora, AEA es Clarín y Techint y, por otro lado, aparecen revitalizados otros que ven en este modelo un par de cosas: que amenaza con profundizarse, en convertirse en el proyecto hegemónico del desarrollo nacional, que allí hay rentabilidad y espacio para crecer (el bastón de mariscal también está en el aire empresario). Eso es lo que logró Néstor: enfrentar poderes económicos que eran unidireccionales em beneficio de un proyecto nacional de inclusión. Una pelotudez, ¿no es cierto, Pinus?  
    

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