martes, 14 de diciembre de 2010

MÍSTICA PINCHA ¿MÍSTICA?

¿Hay elementos que umbilican aquel cabezazo de Juan Ramón Verón en Manchester para sellar la Intercontinental 1968, con este bochazo del Rorro López que sentenció el Apertura 2010? ¿Existen componentes vitales que se repitan tanto en la conquista del Metro 82, aquel del Tiki-tiki posta y productivo de Sabella, Trobbiani y Ponce, como en la obtención del Clausura 2006 del vertiginoso y épico conjunto del Cholo Simenone? ¿Cuáles son los ingredientes elípticos que se reiteran en una espiral que mixtura el grito sagrado en la Libertadores del 68 con el estruendo en el Mineirao del 2009?


¿Será la mística el elemento que unifica y estructura la historia y a partir del cual se crea una identidad fulminante?

Dicen que Estudiantes tiene Mística. La Mística pincha. No sólo este equipo de Sebastián Verón, sino que Estudiantes, el club, la hinchada, el sentimiento, la marca, la historia (sus éxitos, porque las derrotas no tienen Mística ¿no?) tiene Mística. Dicen que Estudiantes tiene Mística, que la columna vertebral de este equipo que tiene sobre sus espaldas los títulos del Aperura 06, la Libertadores 09 y este reciente y reluciente Apertura veinte - diez, es místico.

Quizás, haya una delgada línea que divida la Mística del "pechofriismo": ¿y si el León perdía ante Arsenal y el campeonato a mano de Vélez para sumarle a las derrotas agónicas contra Inter (Sudamericana 08), Barcelona (Mundial 09), además del Clausura 08, el Clausura 2010, la Recopa de este año? ¿Y la Mística? ¿Y Candela?

La definiciones futboleras suelen ser maniqueas, predispuestas a la dicotomomía fulminate y destructuva (de esto la sabe lunga la gente de Estudiantes). Ahí, en lo obtuso, se pierde el valor del debate que viene a destruir las supuestas verdades reveladas del concenso bobo. Al margen de las ucronías, el Pincha es campeón otra vez y las marquesinas místicas explotan como los teatros de Mardel con las tetas plásticas de las vedetongas tinellianas. Entonces, no hay discusión: los resultados ordenan y, sí que sí, el Pincha es Mística, papá. No hay debate, pues. Hay por doquier, como la bocinas estruendosas de los autos que no se van a extinguir hasta mezclarse con los cohetes de Navidad y Año Nuevo, una verdad que es la realidad: Estudiantes es campeón. Es Mística.

Bien. Ludwig Wittgenstein (filósofo y lingüista austríaco) dijo un par de cosas acerca de la Mística. Afirmó que la experiencia mística no es una experiencia cognoscitiva sino un sentimiento. El objeto del sentimiento místico no se ofrece en el mundo, no es un hecho y sólo de los hechos cabe el conocimiento; sin embargo, hay otras formas de relacionarse con lo que hay, con lo existente, distinta a la relación cognoscitiva, y Wittgenstein sugiere que está del lado de los sentimientos (www.e-torredebabel.com).
Otra sentencia de Wittgenstein al respecto: "aunque lo místico no se puede demostrar ni describir con el lenguaje, existe y se muestra por sí mismo."

Para la gente de Estudiantes, su forma de relacionarse con lo existente es a través del sentimiento Estudiantes, esa especie de cosmovisión que comparten y que es una herencia genética: la cultura pincha, es su sentido antropológico. Es un legado que comparten los hinchas (la familia) y que heredan los buenos discípulos (Sabella, ponele, que a su vez la supo transmitir a los integrantes "foráneos de este plantel").

Hay más de Wittgenstein para este boletín: "Lo místico se relaciona con la religión y con el sentido último del mundo." Algo más ascéptico, más Wikipedia: "El misticismo está generalmente relacionado con la santidad, y en el caso del Cristianismo puede ir acompañado de manifestaciones físicas sobrenaturales denominadas milagros."

Se sabe (?¿), el fútbol es una religión pagana compuesta por multiplicidad de dioses, por rituales, por liturgias, por ritos. Los estadios son verdaderos templos donde los hinchas acuden en masa como a una misa a rendirle culto a sus dioses (pasajeros).

Ahí está Estudiantes, pues, con su gente encontrando el sentido último de la existencia en su club y su equipo de fútbol, formando identidad a través de ellos y venerando a su Dios, Sebastián Verón, la expresión antropomorfizada de la divinidad, el gestor de los milagros como aquel de la recuperación épica ante el Goliat del fútbol (2006) o este de hace unas horas que la leyenda recordará como la Cruzada heroica ante mil problemas internos y contra el resto de los mortales y deidades existentes y por exister que, obvio, estaban contra el Pincha.

Una última cita de Wittgenstein: “De lo que no se puede hablar, mejor es callarse.”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con la ultima cita que hiciste...
Por que no te llamas al silencio?
payaso.

Tano dijo...

El fútbol es un ámbito lleno de gente como mi predecesor que se sienten insultados ¿? y responden con altura.

El punto de unión entre los campeonatos de Estudiantes es... la camiseta roja y blanca a bastones. No existe mística.
Podemos decir, hablando boludeces sentados en un bar mirando un partido, que está en la sangre del club -si la tuviera, si pudiera tenerla- tanto como en la de Racing está comprar a cuanto muerto anda dando vueltas hasta que alguno le rinde, en la de River el juego bonito, en la de Huracán llorar siempre. En el ADN de Gimnasia, por ejemplo, está darle más importancia a la hinchada que a lo que es realmente primordial, la pelotita, ya que si el club no se dedicara -mal o bien, no está en discusión- al fútbol no tendría la gente que tanto alardea.

En fin. Son cosas totalmente aleatorias. Son totalmente inútiles las estadísticas, y más en el fútbol. Tití Fernandez diría que hace 123 años que un equipo no gana en esa cancha con sol de frente y jugando en la primera quincena de Marzo. Y la idea de la mística está basada en eso, en pensar que algo sucede porque es una repetición de lo que pasó hace 12, 35 o 165 años. Y esa repetición se da porque está en la sangre del club, no importa que Leandro Gonzalez sea el encargado de hacer goles. Tiene la camiseta roja y blanca a bastones y está destinado a ser campeón por esa razón insoslayable.
El doctor Bilardo trajo mística, diría algún extremista -como el de arriba, no se-. Yo prefiero pensar que lo que trajo Bilardo fue, simple y llanamente, una idea. Y la continuidad de esa idea fue lo que llevó a Estudiantes a repetir campeonatos, así como la seguridad en que los torneos ya estaban ganados a priori producto de la mística hizo que se pierdan otros en el camino.

Perdón por la extensión!

Saludos Gonza

Gonzalo dijo...

Gracias Tano. Buen aporte, como siempre. Un abrazo locazo!

JUGO SWING dijo...

me encanta la mistica!!! me encanta creer en la mistica!! me encanta creerme el cuento de la mistica!!!
mistica mistica mistica mistica mistica mistica mistica....PINCHARRATA LOS CAPOS DE LA PLATA!!!! VAMO ESTUDIANTEEEEEEEE!!!