"17. Lluvia de fuego"
Bertiztua
Hay un heroísmo terco en mis compañeros siempre
vulnerando la hojarasca del egoísmo atento.
Presiente ser tan bueno como el viento bravo que arranca
lo que ya no respira y siente. Sin temor de quitapenas.
Penas que al caer una por una duelen aunque saben y pueden nutrir lo bueno. Alimento de puro compañero caminando ayer a Ezeiza.
Cruzamos y avanzamos en canto.
Esquivamos pelotones fastidiados por la historia.
Resistimos con alegrías encapotadas de banderas y con una lluvia de Pueblo siempre.
Entre acero y campo ese aeropuerto que de Noviembre se hizo 17 y
también mágico se hizo más cielo de consignas embarrando bayonetas.
Nosotros, empecine de trueno en la garganta y de manos alzadas como horquetas por fin ensartamos con dos dedos una v corta en el pecho bestial de la antipatria.
Nosotros, empecine de trueno en la garganta y de manos alzadas como horquetas por fin ensartamos con dos dedos una v corta en el pecho bestial de la antipatria.
Perón Vuelve: Ahora en hora buena, la vida es fuerza florida que milita primaveras y militante sobrada en cueros.
Compañeros, los caídos por fin descansan y su lucha jamás ha sido vana
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