ROJAZO!

Que mal que jugó, de a ratos, Independiente! Pero que triunfazo metió! Es que cuando la gloria abrumadora del pasado se convierte en un papel sepia que sirve, apenas, para hacer más llevadero un presente opaco, los éxitos como el de hoy se viven a full: pasar a los cuartos de final en la Copa Sudamericana son un punto ínfimo en la inemensidad de esa historia plagada de jornadaes épicas y títulos internacionales ante el más pintado...pero ahora, cuando sobre los escombros de la primera cancha de cemento de sudamérica se levanta lo que pretende ser un estadio modelo que por ahora es un medio estadio, cuando el equipo deambula sin identidad a pesar del descomunal trabajo que había hecho el Tolo para armar un equipo de Independiente que había recuperado la identidad, el respeto de "los otros" y la fortaleza de la Visera (ex), cuando jugar copas internacionales es un logro, ahora, este triunfo es un triunfazo: para gritarlo fuerte, para desahogarse, para acordarse de los héroes del pasado lejano sin taaaanta nostalgia, para ganar confianza, para soñar con volver a ser...aunque los duendes de la gloria, los que sobrevuelan por el lado ganador de Avellaneda, se caguen de risa por la pequeñez del acontecimiento. Sepanló, duendes gloriosos, vamos por ustedes. Ya los vamos a volver a agarrar!
ROJAZO!