lunes, 24 de octubre de 2011

ARRIESGAR


Los votos no caen del cielo, ni las construcciones en el territorio se sustentan con adhesiones histéricas "smell like teen spirit". 


Hay que tener cojones y elegir, arriesgar, militar y construir espacios políticos genéticamente kirchneristas en todo los rincones del país, porque los oportunistas están ahí, agazapados. Y aunque hoy se vistan con sus mejores ropas kirchneristas, van a ser los primeros en horadar nuestra construcción desde adentro cuando el viento sople un poquito en dirección contraria. 


Por eso hay que enfrentarlos democráticamente, subidos a a la convicción militante que portamos con orgullo. Hay que ENFRENTARLOS. Hay que arriesgar: ARRIESGARSE, poner el cuerpo, el nombre, la poca o mucha reputación que uno tenga al servicio de un proyecto superador, y no resguardarse en la tibieza retórica y la comodidad de idealismos forzados.    


Néstor nos enseñó que la Juventud debe ser disrruptiva, revulsiva. En cada una de sus elecciones y acciones debe expresar los valores y la praxis política kirchnerista: básicamente, confrontar con los paradigmas políticos, sociales y culturales que, en tanto herencia de 35 años de neoliberalismo salvaje, establecieron las condiciones simbólicas y materiales de nuestra sociedad. 


No sólo se trata de discursos bonitos. Uno de esos paradigmas a combatir, son las construcciones políticas cerradas en sí mismas, excluyentes.  


"No sean mis empleados, sean Juventud", nos dijo Néstor. En estas horas maravillosas, en las que el Pueblo de la Argentina acaba de darle un respaldo inconmensurable a la Presidenta, debemos tener conciencia de la enorme responsabilidad que nos invade: ARRIEGAR, ARRIESGARSE, despojarse de las vanidades, entender el tiempo histórico y construir de manera inclusiva y ofrecer el cuerpo y las ideas en pos de algo más grande que nosotros mismos.


GIGANTE Cristina. GIGANTE Argentina. GIGANTE Néstor! 



































1 comentario:

Tango D. dijo...

Abrazo grande, compañero. Por la felicidad en la certeza de lo hecho hasta acá. Y por la esperanza enorme de lo que vendrá.