“Tengamos mucha pasión. No perdamos la capacidad transgresora. A mí lo que no me perdona la derecha argentina es haber bajado el cuadro de Videla. ¿Saben lo que no me perdonan? No haber renunciado a mis convicciones. Nos critican precisamente porque no claudicamos.”
Hace 1 año, Néstor Kirchner encabezó un acto para 500 compañeros en el Centro Vasco de La Plata y pronunció esas palabras. El encuentro fue organizado por el senador provincial Guido Carlotto y, claro, Pablo Bruera estuvo ausento porque por ese entonces, Néstor era "piantavotos" según la definición del Jefe comunal.
Hoy, Carlotto es la encarnadura del kirchnerismo en la capital provincial y en su espacio confluyen todos los actores relevantes del kirchnerismo local y, esencialmente, la Juventud. Carlotto tomó como propia la titánica tarea de hilvanar ese puñado de voluntades atomizadas que era el kirchnerismo platense. Y lo logró. Mañana a las 17, con un gran recital en el que tocará La Mancha de Rolando, Kibo lanzará su candidatura y presentará a sus candidatos a concejales (todos sub-40, en un espinel de agrupaciones que van desde La Cámpora al Movimiento Evita) en un contexto kirchnerista al palo: rock, juventud, y esa mística militante que solo los kirchneristas genéticamente testeados podemos imprimirle a cada una de las cosas que hacemos.
Mañana, Kibo es rock. Como nos enseñó Néstor.
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