No ver a Cristina como un ser humano normal, afectado por los padecimientos emocionales que todos sufrimos, es producto de la misma miopía –interesada para unos, superficial para otros– que llevó a considerar que una angioplastia tras una operación de carótida no era un problema para que Néstor Kirchner volviera a ser presidente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario