La politiquería prime time ya se colgó de la tragedia que significó el asesinato de Mariano Ferreyra: Cobos, Macri y compañía ya intentan cargar el crimen sobre las espaldas de un Gobierno que tiene como política de Estado garantizar la protesta social, sin represión ni violencia.
Hay una realidad insoslayable, indecible (¿?) desde las trincheras políticas y mediáticas, pero una REALIDAD GRANDE: estas situaciones son, en clave polítiquera rancia, objeto de deseo y carroña pa los carroñeros; aprovechar; sacarle el jugo; gestionar la tragedia, en definitiva.
Allá están, entonces, aprovechando las luces de la marquesina de esa gran puesta en escena, cambalachezca, que es TN.
Entonces, la gran oportunidad para el Gobierno Nacional de gestionar la tragedia. No ya en clave maquivélica o rialezca (hoy asumí el ejercicio masoquista de escuchar el programa de Jorge Rial en La Red), sino en el sentido que viene sosteniendo como política de Estado: asegurar derechos. No pudo evitar el crimen, pero tiene la posibilidad de tirarle todo el peso de la política (esta política que viene recuperando su lugar como garante de derechos, como herramienta para el cambio) a la situación para encontrar a los responsables. Encontrar a los responsables implicaría, parece, revolcarse en el barro, remover mierda, tomar decisiones drásticas, dejar de lado las elucubraciones y las teorías conspirativas; desbaratar algún nicho de sindicalismo noventoso.
Que la política prime time la explote en TN. Que la política real sirva para empujar el carro para llegar a la verdad. Para que la muerte del pibe no sólo sea carroña para los carroñeros; que la muerte del pibe sea el dedo en el orto para que el Gobierno, el Estado y las instituciones encuentren verdad y castiguen a los culpables. Que la dignidad de Mariano Ferreyra, el militante, sea la dignidad de todos para mitigar el dolor de su familia y seguir andando el camino hacia un país un poco mejor.
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