miércoles, 27 de octubre de 2010

EL CHAVÓN

El chavón representaba y garantizaba todo lo que muchos de nosotros ni siquiera habíamos soñado no much otiempo atrás. El chavón, el pingüino, era un tipo que se trascendía a sí mismo en nosotros: porque somos nosotros, la Juventud, y los trabajadores que recuperaron su trabajo, y los jubilados que recuperaron la dignidad y los viejitos que pudieron ser jubilados, y los hijos  y niestos recuperados que volvieron a tener identidad...somos nosotros los que veíamos en el chavón la garantía de los cambios profundos.

El chavón llegó un día de mayo de 2003 y dijo "que no iba a dejar sus convicciones en la puerta" y, con intelegiencia, capacidad y fuerza política fue haciendo temablar los cimientos de los establecido en un país que se había acostumbrado a que lo establecido era sectario, excluyente, hambreante, neoliberal, gorila.

El chavón pensó la transversalidad y después se metió en el barro, se "pejotizó" dicen los siniestros atávicos...el tipo bancó, con el cuerpo, con las ideas, con errores y virtudes el golpe económico que le quisieron dar en 2008 y nos demostró, a los que empezamos nuestro viaje iniciático en política, que el chavón iba por TODO. Sí, iba por TODO: porque TODO es intentar que las corporaciones se subordinen a la política y al pueblo. Entonces, nosotros, entendimos qu el chavón era el camino. Era la garantía.

El chavón, con sus mil contradicciones y sus errores pero, esencialmente, con su potencia militante, fue un CUMPA más. La militó siempre. Desde arriba, pero al lado de nosotros. Nos devolvió la esperanza. Nos devolvió la fe. Nos enseñó que otro país, mejor, es posible. Y lo mejor que podemos hacer, ahora, es ir bien a fondo para completar el sueño que soñó. Este chavón. 

2 comentarios:

Tango D. dijo...

En las corpos mediáticas no pierden tiempo. Enseguida empiezan a conjeturar sobre el tablero político y las potenciales consecuencias futuras inmediatas. Entre la demagogia hipócrita e incareteable que escupen, hablan de conmoción y consternación. Dejan ver la rapiña con la que quieren sacar provecho. Casi no hacen referencia al dolor y al luto que atraviesan millones de argentinos y sudamericanos, circunscribiendo estas sensaciones al gobierno.
Sin embargo, en un par de horas, de minutos, de una nada de tiempo, ya se hicieron tiempo para análisis políticos y económicos superfluos. Vinculan la figura del tipo a un cuadro de poder y desde esa lógica explican su partida. Y si. El tipo tenía poder. El poder de enfrentarse a los grandes poderes, reivindicando la militancia y la convicción de las ideas.
En las corpos, decía, repasan su carrera política de manera sintética y superficial. Hablan de muerte anunciada. Y si. Es verdad. La anunciaron, la propiciaron y estimularon la posibilidad. Algo así como diciendo: “dejate de joder, quedate piola, a ver si todavía te vas para el otro lado”. Hoy se frotan las manos.
Entre tanto, vuelvo en bondi a casa, intentando descifrar las caras de la poca gente que anda. Veo algunos censistas caminando, ordenando los papeles mientras laburan. Noto que a algunos los reciben en la puerta, los hacen escribir sobre los pilares de las casas o como puedan. En fin.
En los blogs, los pibes están (estamos) tristes. Postean sensaciones sin filtro de redacción. Comentan, se mandan abrazos, fuerza, lloran, continúan adelante, aguantan, resisten, se comprometen. Recuerdan el cuadro del hijo de puta descolgado para siempre, la asunción antiprotocolar, el giro hacia un modelo de país diferente, el rechazo al ALCA de Bush en Mar del Plata, la consolidación de UNASUR. Y, sobre todo, agradecen su andar para todos los que recuperaron sueños perdidos. La alegría de la que hablaba Correa. La posibilidad de que florezcan las semillas plantadas entre tanto cemento.

Juan Griss dijo...

Primero lo primero: pienso en Cristina y en Florencia, y en los abrazos que no les deben alcanzar, en que son esposa e hija antes que nada.
Y luego pienso en los buitres y estallo de bronca! En los que se regocijan con el dolor mediante especulaciones...
Bueno, cumpas, qué más de decir... A seguir el camino que nos mostró!