jueves, 29 de julio de 2010

NOSOTROS, LA AUDIENCIA PELOTUDA

El amigo Il Postino, muy enojado (?¿), nos envía este material:


Invito a buscar en nuestra memoria imágenes del canal de noticias TN: Carrió, Buzzi, Randazzo, Depetri, Biasati, Nelson Castro, Bonelli, Sylvestre… a dos Voces.



¿Qué tiene que pasar en Argentina para que Bonelli y Silvestre pongan a Pagani y Macaya a discutir sobre fútbol? ¿Es un programa muuuy oficialista que se sumerge en una interminable discusión bizantina mientras a la mayoría de los argentinos nos hacen el orto; o a GustaNelli (Gustavo Sylvestre + Marcelo Bonelli) lo tapó la mierda y perdió la brújula; o todavía somos unos mamertos que chochos de la vida festejamos la ley de medios y anhelamos su reglamentación mientras a losgruposmonopólicos se la seguimos chupando; o es que este país es la Suiza del sur y como ya no hay nada que discutir los programas políticos hablan de fútbol?

El periodismo político es un circo como lo es todo el periodismo en general. Los prenseros inventamos declaraciones del funcionario o dirigente que tenemos en jefe, llamamos a nuestros periodistas amigos para que nos lo publiquen, después los demás medios se ven “obligados” a publicar lo mismo, le mostramos las publicaciones al dirigente o funcionario para demostrar la eficacia del trabajo realizado; al otro lado del mostrador los periodistas tenemos amigos “prensa” que baten ricos rumores, invitan el café (por decir algo), y nos envían comunicados y declaraciones de dirigentes y funcionarios para que sean publicadas. Así los periodistas en ejercicio de prenseros o esclavos de algún medio nos hacemos la paja entre nosotros. Y nos gusta. A los funcionarios y dirigentes también, y a los dueños de los medios más todavía.

Pero lo común, es que el contenido de ese circo tenga una porción importante de discurso anclado en alguna realidad. Las declaraciones que “los prensa” y los periodistas les inventamos a Sabbatella, a De Narváez, a Carrió, a Cobos o a tantos otros, son una reacción simbólica ante conflictos de intereses que se dirimen en la arena política, la territorial, la económica y la simbólica en un grado más amplio que los cruces de declaraciones. De allí que esas declaraciones reflejan al menos una parte de lo que está en disputa: el electorado, las ganancias extraordinarias del empresariado sojero, la titularidad del espectro radiofónico, la administración de los fondos previsionales, la delegación terrenal de Lo Divino, la autoridad para determinar lo que es justo, lo que no es justo, y lo que es genocidio… el ejercicio del Poder.

Ocurre en la Argentina de hoy, que presenciamos momentos mediáticos en los que eso que se muestra, refleja luces cuya fuente, dirección y voluntad resultan insólitas, demasiado perversas u ofensivas a la inteligencia de las audiencias.

No hay comentarios: