Sí, este país es too funny, too peculiar. Es que dos titulares nos impactaron y de verdad que pensamos que estábamos en otro país ¿Where the hell is Argentina?!...aunque sólo en principio, porque uno después piensa dos segundos y, en esta tierra divina, nada es casual. Sobre todo cuando en el medio hay mucha, pero mucha plata y también poder.
Primero lo primero: que Marcelo Tinelli, el mascarón de proa del Grupo Clarín en lo que respecta a televisión liviana, haya salido a decir en Radio 10 -el reducto mediático que nuclea a lo más rancio de la tilingueria mediopelera y palermitana- que volvería a votar a Néstor Kirchner y que el país esta bien y no se cuantos halagos más, no es apenas un cimbronazo que desconcierta. Porque Tinelli no es un improvisado. No es un gil. Tinelli no va a salir alegremente por uno de los medios más reaccionarios a ponerse en sintonía con Nejtor. No papá. El come-alfajores es un mercenario, un empresario de los más poderosos de este país, un chavón que forjó un emporio desde una ratonera en la que pasaba bloopers y se morfaba 5 alfajores a la vez; digo, no salió a explicitar una posición política porque la magia onírica de Ricardo Fort lo sumergió en un interregno existencial que lo convirtió en un kirchnerista fundamentalista. No. Ahora ¿que es lo que al Cabezón le datearon? ¿Que chamuyo le encajó algún lobbysta pesado? ¿Cuál es la información de privilegio que recibió?
Che ¿no se vendrá el Apocalispsis que tanto auguró Lilita y Tinelli nos está haciendo una jodita a todos? ¿Que estará pensando el CEO apropiador?
Segundo lo segundo: La Nación comienza a despegarse lentamente pero sin pausa de la producción de sentido catastrófica (Joaquincito y Marianito siguen igual eh, tampoco la boludez!) y no tiene empacho en publicar en su edición web y en formato de noticia de importancia que la industria no para de crecer y de comparar la buena situación argentina con el contexto pauperizado de europa.
Esto va en línea con la publicación de una encuesta de Poliarquía que destacaba el cambio de humor social.
Che ¿se están avispando todos? Che, estamos en Argentina ¿no?
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