Arrancamos!! Editorial Nº 1

Justo hoy, que empieza Sin Edición, en el Senado de la Nación se desata una de las batallas de la democracia: la nueva Ley de Servicios audiovisuales está en juego, mientras los largos brazos de la dictadura se aferran al presente con la miserable ley de radiodifusión de Videla, que los voceros políticos del poder empresario defienden a ultranza, a la vez que nos hacen creer que los intereses económicos de Clarín son nuestros intereses.
Justo hoy arranca Sin Edición, La Otra Cara del Patacón, y la fecha no es casualidad. Porque mientras en el Senado algunos de nuestros representantes (porque son nuestros representantes, del pueblo, de la gente que vota y deposita en ellos el privilegio de decidir) se debaten ante otros que paradójicamente también son nuestros representantes a pesar que ahora, y casi siempre a lo largo de la historia, fueron los que resguardaron los privilegios eternos de los dueños feudales del país (ayer y siempre fue la Sociedad Rural, hoy son Ernestina y su Noble Grupo Clarín), decía, entonces, que mientras entre nuestros representantes se decide si la nueva ley viene a suplantar a la ley de la dictadura para democratizar la comunicación en Argentina, nosotros empezamos este programa para ofrecerte otro menú.
No pretendemos que nos creas como si fuéramos la verdad revelada (Dios no obra en nosotros, como Carrió dijo de Cobos antes de fustigarlo con la misma vara pontificia con que lo había endiosado), no nos interesa eso, pero nos interesa que nos escuches y que nos ayudemos a construir otros significados de la realidad, distintas a las reproducciones con que nos bombardean minuto a minuto desde TN y América, desde Clarín y La Nación, desde Crónica y Canal Trece.
Ellos sí, pretenden hacernos creer que esa verdad, que con tanto impulso siniestro diagraman, es una verdad universal. De ellos y nuestra. Nos dicen, y repiquetean todo el tiempo, que los intereses empresariales de los conglomerados mediáticos privados son análogos a nuestros intereses colectivos de construcción popular. No dicen, a vos y a mí, que defienden el periodismo independiente. Pero no nos explican independiente de que: ¿independiente de los derechos laborales de sus propios empleados? Porque a esos trabajadores no los respetan, al someterlos a trabajar en negro por un sueldo miserable que no se condice con las horas que trabajan; ¿será independencia de la igualdad de oportunidades? Porque Clarín no nos cuenta como logró monopolizar el negocio de la TV para imponer sus contenidos, sus metodologías y sus formas, su gente y así desplazar a los que, hasta el advenimiento del Noble Grupo, trabajaban con dignidad en la construcción de un sentido diferente.
En Sin Edición nos proponemos ofrecerte otro menú, al igual que la Nueva Ley de Servicios Audiovisuales: voces diferentes, ideas desestructuradas del discurso hegemónico.
Menos Mauricios, Franciscos, Ernestinas, Grondonas, Morales Solás y Lilitas. Menos derecha. Nada, en realidad. Menos jorgesriales tamizando la discusión política y social. Menos Mirthalegranes repiqueteando con el rigor de un chisme de peluquería despotricando contra “el zurdaje” y el gobierno con consignas gorilonas.
En Sin Edición proponemos otra cosa: más participación popular, ideas nuevas, más jauretcheadas (que no serán nuevas, aunque sí vigentes), más inclusión y democratización para generar contenidos y mensajes mediáticos.
En Sin Edición nos paramos en un lugar y lo hacemos explícito: no vamos a esconder de donde proviene nuestro pensamiento, porque sólo es funcional a nosotros mismos y a todos lo que se incluyan dentro del campo popular.
No dependemos de nadie para decirte lo que pensamos. Es nuestra construcción y te queremos hacer partícipe. Como lo intenta la nueva ley de medios.
De 2003 a esta parte, creemos que hay un modelo que pretende integrarnos para que seamos actores vitales en la construcción de país.
Para nosotros, el Patacón fue un punto de partida, la otra cara de una crisis que fogonearon muchos de los que hoy no quieren una nueva ley de medios.
Nosotros pretendemos ser la expresión constructiva de aquel Patacón: no la del miedo y la depresión, sino la de una esperanza colectiva de cimentación de bases sólidas para crecer.
Algo de todo esto, es lo que pretendemos ofrecerte todos viernes para empezar a crecer y creer juntos…