Las luces se encienden, calle Corrientes se llena de gente que viene y que va; ricos, pobres, clase media, cosas bonitas y un par de tragedias. Néstor la mueve, es un rockandtoner, mitad rock and roll, mitad reggaetón. Marca personal, marca un aquí, un ahora; un nuevo gemido en la historia de la humanidad y la Argentina. Un nuevo punto cero, como lo fue la Revolución de Mayo, quizás la ley Sáenz Peña –discutible-, el 17 de octubre y, ahora, la muerte de Néstor: antes y después de Kristo, AK y DK.
Pensar la coyuntura desde un nuevo orden, es marcar escenarios, suponer el futuro, especular un poco, pero con criterio y danza política. Lee, copate:
Escenario 1: La explosión de los jóvenes.
En principio, explosión por la fuerza, lo grosero del hecho, la ruptura abrupta de la siniestra espiral del silencio; cayeron todos de golpe y explotó, se partió en mil pedazos. Un montón de caras nuevas con puntitos negros, barba a medio nacer y un puchito a cuestas. Se cantó contra Cobos, la puta oligarquía, los liberales, la Sociedad Rural; son pingüinos, amantes de la Patria grande, nacional, popular y americana. Cayeron en la escena pública de golpe, ni timbre tocaron.
El drama es que ahora son materia, fuerza potencial de un movimiento que nace oficialmente y hay que bardearlo, hacerlo mierda porque se viene con todo, sin armas, con argumentos y ganas, sobre todo eso: militancia. Se hablará de ejércitos K, de CRISpasión, de alcohol en la noche marplatense, del descontrol juvenil, de las tomas y el chavismo en las escuelas; de aquí en más intentarán desde “el llano” y las alturas destruir su marca simbólica, demonizar a los pibes hasta el cansancio, hasta que vuelven a su lugar de correspondencia, a título del Feinmann “malo”: estudiar en las escuelas, sólo eso. Ojito al piojo, salieron a la calle, serán las próximas víctimas del discurso mediático.
Escenario 2: despertar a los muertos.
Ya están dando vueltas, ellos son, los muertos vivos: Alberto Fernández, Peronismo Federal (Rodríguez Saá, Duhalde, Romero, Das Neves, etc.), el Rabino Bergman (¿por qué no el próximo Obama?), Redrado, etc. Algunos están de vuelta, otros siempre ahí, pero hay que instalarlos, rosquearla, en 2015 Cris no tiene reelección. Y sí, ya es vano pensar en 2011, ahora sus ojos estarán postrados en 2015. El Kirchnerismo aún no tiene un posible candidato fuerte para esa fecha (obvio, falta muchísimo), ellos tienen 800 mil, uno más impresentable que otro, pero lo tienen y en cualquier momento largan el famoso “1% de desocupación” en tono puntano.
El más loco de todos es Alberto Fernández, encima tiene pinta de copado. Habla bien, pinta buen tipo, parece no tener rencores, sermonea y piropea a Cristina, es un copado; un tipo dialoguista, germina en el buen recuerdo de tiempos de armonía K y chapea con Clarín, C5N y demás yerbas. Es el tipo perfecto, es el muerto que tiene que volver, por ello ha de revivir. Ojo, es un liberal nato, hay que tener cuidado. Recomiendo escucharlo con atención, tiene buena parla, sabe venderse y está ahí, dando vueltas.
En cuanto a Bergman, hace tiempo se hablaba de un nuevo fenómeno onda Obama. Apertura de culto, cordial, buen discurso, “progre”, buen candidato para la clase media; incluso pinta para decir “yo tengo un Presi judío”. No pincha ni corta, pero…
Escenario 3: Chauuuu espiral del silencio, aloh(j)a hipocresía.
Hace rato que la presión era fatal, estaba por explotar. La espiral murió descaradamente, se hizo trizas. Ahora se grita soy K, está de moda; habrá que aprovecharlo. Es una exageración de la sinceridad, pero también lo es de la hipocresía. Por suerte la hipocresía es tema de ellos: salieron a batir cualquier tipo de comentarios totalmente insulsos que dejan mala parado a más de uno. Mirtha Legrand, Cobos, Pino, De Narvez, Tinelli; todos reposados sobre el triste sofá de la hipocresía. Algunos dicen que es potestad del “ser argentino”, la verdad ni idea, no lo creo, debe de existir en todo el mundo. El mejor parado fue Alfonsín Jr. Insisto, es un buen tipo, se nota. Pero es solo eso, un pibe copado.
Escenario 4: De yapa, lo que no fue.
Hay quienes se tragaron que en Clarín ahora son copados, que Magnetto está triste y llora a Néstor con un Rosario en la mano. Para nada! Toda esa sarta infame de homenajes, palabrerío, halagos y payasadas que publicó Clarín y TN, no es más que un tirón de ahogados. Tenían dos opciones: salir a bardear o intentar desestimar la figura de Cristina. Sutilmente optaron por la segunda. La primera no da con Lapegüe.
Que Néstor aquello, que Néstor lo otro, ¿y Cristina? Y sí, la idea fue debilitarla, ningunearla, ubicarla como el bastión último de la dinastía K. Que sea el gobierno de Néstor, sus logros, ahora queda su mujer, solita, que no es la Presidenta, sino su mujer. Una gestión debilitada ante la falta de su gran líder, el economista por encima de Boudou, el jefe político por encima de todos (incluso de él mismo, si lo mató la política, no se mató el). Pero Cristina y la gente los cagaron. Ella salió firme, como siempre. Con la frente en alto, erguida, como Presidenta. No se quebró en ningún momento, pero sin embargo mostró sus tintes de madre, esposa y mujer: de ser humano.
La gente se movió a montones, eso también les dolió. Porque ahora no sólo se trataba de la gran fortaleza de nuestra Presidenta, sino del pueblo que estaba ahí, tomando las calles, haciendo suyo el espacio público, el cálido asfalto peronista. A partir de ese momento, cuando palideció la espiral y se corrompió el silencio, Clarín supo perdida aquella batalla. Nada de gobierno débil, una vez más, la TIENEN ADENTRO.
Ya está, la pudrí. Infama pública en Vivo-La Niña Loly: “Yo no soy ninguna puta”. La bardeé bastante, me cansé de pensar. Que Clarín lo haga por mi y chucuchucuchucuchuuuuuu. Ah, qué loco es Néstor, murió en el Bicentenario. No bardees con Dios, mirá que ese gil no larga el poder ni a palos.
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