Nos llega un mail que en realidad es una caricia.
Para celebrar nuestros sueños y el triunfo del Pueblo Hermano del Ecuador, la misma cosa.
Los 70
Cuando se apaga el eco del último falcon
más allá de la esquina del secuestro,
-tu luna de cristal robada por la bruma-.
Cuando la noche y el silencio, y las itakas
irrumpen asesinas en los insomnios,
tu ausencia se aparece y me protege,
y se mete en mi cama, bien juntitos,
y de nuevo vencemos los olvidos,
acaricio, el azabache de tu pelo,
lo esencial de tu cuerpo flagelado,
-tu cintura que esfuma entre mis brazos-.
En el sitio preciso de tus labios,
donde anida rebelde el duende rojo,
ofrendo ilusiones hechas besos,
a tu altar, hecho de pueblo y primavera,
y repican en el alba las canciones,
que te nombran aladas en los tiempos,
Soledad, Soledad, mi compañera.
Ramón Canalís, 30 de septiembre de 2010.
En el día del Pueblo Hermano del Ecuador
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